LA GASOLINA, CON O SIN
La próxima desaparición de la gasolina son plomo (año 2002) y la necesidad de utilización de la gasolina sin plomo, ha introducido un nuevo problema a los motores diseñados aproximadamente antes del año 85.
El problema consiste en la aparición del efecto que los ingleses denominan como VSR, o (valve seat recession) que traduciremos por RAV (o recesión de los Asientos de las válvulas).
La gasolina con plomo contiene como aditivo el Tetraetilato de plomo, este producto, además de ser muy barato e incrementar espectacularmente el octanaje, no solo no perjudica al motor si no que además tiene la «ventaja» de lubricar la parte alta del cilindro (pistón, camisa, segmentos y asientos de válvula), al arder, los residuos de plomo poco volátiles se van depositando sobre los asientos de las válvulas de escape. Como todos sabemos el plomo es un metal blando, por lo que los depósitos de este metal tienen un efecto beneficioso sobre los asientos y guías de las válvulas, actuando como una excelente «almohada» que se renueva continuamente.
Tras la implantación de muy necesarias medidas de anti-contaminación, se va haciendo obligatorio el uso del catalizador, que es un elemento montado en el tubo de escape, cuya misión es hacer posible una reacción química para eliminar el monóxido de carbono y los óxidos nitrosos de los gases de escape. Pero aquí surge el primer inconveniente, el tetraetilo de plomo que hasta ahora se había venido utilizando para incrementar el número de octano, estropea el catalizador rápidamente, (con el uso de solo uno o dos depósitos) y ya no puede ser utilizado como incrementador del número de octano. Esto ocurre en Europa a mediados de los 80. Entonces las petroleras empiezan a fabricar gasolina sin plomo y para incrementar el número de octano se recurre entonces a dos procedimientos, uno es el proceso de Craking para romper las moléculas de cadena larga y la adición de otros aditivos muchísimo mas caros que el tetraetilo de plomo, pero aun así, apenas se consiguen octanajes mas allá del índice 92, tanto es así, que los fabricantes de automóviles tienen que fabricar motores con menor relación de compresión, y sistemas de encendido con sensores de detonación para retrasar automáticamente el encendido y evitar así, los daños que este fenómeno produce al motor
Existen diferentes opiniones al respecto de los efectos que producirá en los motores antiguos la gasolina sin plomo.
- Hay quien opina que con el uso de la gasolina sin plomo, los asientos de las válvulas se deteriorarán con rapidez y que la investigación del problema ha permitido determinar que cuando la válvula aprieta contra su asiento en ausencia de plomo, se produce un fenómeno de micro soldadura., que hace que la válvula vaya arrancando material del asiento, causándole un grave deterioro.
Puesto que los motores que han rodado con gasolina súper mantendrán restos de plomo en los asientos de las válvulas no existirán problemas durante unos 20.000 Km. Dicho problema, piensan que se reducirá con la mezcla de aditivos que se comercializarán, o bien con el uso de una gasolina especial que ya contendrá dichos aditivos. La Federación de Clubs Ingleses de Vehículos Clásicos realizó unas series de pruebas encaminadadas a verificar la utilidad de ciertos aditivos, llegado a la conclusión que ningún producto reduce el desgaste de forma tan eficaz como el plomo, el aditivo que mejor resultado produjo fue el SUPERBLEND ZERO LEAD 2000, basado en el potasio que al parecer será la sustancia que llevará la gasolina de sustitución que posiblemente comercializarán las petroleras para sustituir a la gasolina Súper Con Plomo.
Otra solución, aunque muy peligrosa para el bolsillo, es la de mecanizar la culata para modificar las válvulas, las guías y los asientos, de esta forma el golpeteo de las válvulas sería sobre una superficie mayor que reduciría el impacto.
- Hay quien dice que, aunque la razón técnica que un material blando (como el plomo) entre dos mas duros actúa como lubricante es cierta, con respecto a la lubricación pistón-camisa, y considerando que el plomo del tetraetilo de plomo se libera en la combustión como plomo metal, pero a nivel microscópico, es incapaz de adherirse a la camisa para facilitar el deslizamiento del pistón, y en cuanto a los asientos de las válvulas, no hay un roce como tal sino un golpeteo y en consecuencia el plomo allí, y a nivel microscópico menos, no hace absolutamente nada.
Parece ser que existe una opinión generalizada de que el uso de gasolina sin plomo no afectará sensiblemente a aquellos motores con una relación de compresión inferior a 9,5:1, y con un régimen de giro bajo, debiéndose usar la de octanaje adecuado ( parece ser que si el octanaje es mayor no pasa nada) y no pasar de un régimen de giro de los 2/3 del permitido, no acelerar a fondo y no apurar el motor en pendientes.
Como habéis podido observar parece ser que los diferentes sectores de la tecnología todavía no esta muy de acuerdo con los efectos que producirá el uso de la gasolina sin plomo. Tendremos que esperar un poquito.
No obstante, dada la baja relación de compresión de nuestros vehículos y su bajo régimen de giro no creo que tengamos ningún problema usando la gasolina que comercializarán de sustitución o añadiendo el correspondiente aditivo a la gasolina sin plomo.
Vicente Ramos.